Pelusso cantó las 40

09/03/2017

Gerardo Pelusso hizo un repaso de su carrera en nota con el portal montevideo.com Entre otras cosas se refirió a la selección uruguaya, las eliminatorias y su experiencia en el exterior. 

La entrevista fue realizada por el periodista Gerardo Tagliaferro y compartimos  fragmentos de la misma:

 

“Jugando en la selección, una vez entrenamos en una cancha que tenía un camino que la atravesaba. Sacamos las vacas y los caballos y nos metimos nosotros”.

"En los últimos 12 años gané 18 títulos", reivindica. Ahora disfruta de la rambla de Montevideo y de la compañía de su hija, y no se sabe si algún día volverá a dirigir. En Uruguay, al menos, parece difícil.

- Has tenido suerte dispar como técnico. En algunos equipos te ha ido muy bien y en otros mal. ¿A qué lo atribuís?

Es la vida del entrenador. ¿Vos conocés algún entrenador al que siempre le haya ido bien? En los últimos 12 años gané 18 títulos. Tengo entreverada alguna vez que me fue mal.

- Te fue mal con la selección de Paraguay y eso hace ruido.

Sí, como le fue a los que estuvieron antes y después de nosotros. Ahora, la experiencia fue muy buena, si vos medís solo por los resultados es problema tuyo, pero la experiencia fue fantástica. Tuvimos dirigentes que nos dieron todo, trabajamos al más alto nivel, en los mejores lugares, con los mejores jugadores... se podrá opinar si estaban en su mejor momento o ya en decadencia. La experiencia, profesionalmente, fue fantástica. No tuvimos resultados deportivos nada más. Pero si mido eso en resultados nada más, me estoy nublando.

-Pero al menos acá en Uruguay, el ambiente futbolístico dice: "lo único que importa es ganar".

A mí también lo único que me importa es ganar. Me importa ganar cuando voy a la competencia, pero si tengo que analizar un ciclo de trabajo lo tengo que hacer de otra forma, porque soy entrenador de fútbol. Habrás escuchado la frase: "acá somos tres millones de entrenadores". Como decía mi maestro Mario Patrón: "ponelos delante de un plantel a los tres millones y después me decís cuántos te quedan". Yo lo tengo que medir de otra manera: lo de Paraguay fue una experiencia fantástica con malos resultados deportivos. Hay otros lugares donde se dieron los resultados pero la experiencia profesional no fue buena.

-¿Uruguay clasifica al mundial?

Sí, clasifica sí.

-  Le queda un tramo muy difícil, porque dos de los tres partidos de local que tiene son de alto riesgo: con Argentina y Brasil. Y después tiene que ir a pelear de visitante con Perú, Venezuela y Paraguay.

Yo digo que clasifica. Hay seis equipos para cuatro puestos y medio: Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Argentina y Ecuador. De esos, cuatro van al mundial y uno al repechaje. Si fuera por lo que yo quiero, Paraguay segundo y al mundial. Pero el análisis me da otro resultado.

- Uruguay juega el próximo partido con Brasil, que va primero y ganando a todos. Es un partido perdible aunque sea de local. Y después tiene que ir a Perú. Donde no le gane a Perú ya queda en el pelotón.

Bueno, pero con ese análisis Uruguay ya está fuera del mundial. Contra Perú en Lima es un partido ganable. Jugamos contra Venezuela eliminada y contra Perú eliminado o casi eliminado. Pero quiero decirte algo de Colombia: el día que entiendan la necesidad de trabajar en juveniles van a ser una potencia, un pelito por debajo de Argentina y Brasil. Despegados del resto. No trabajan en inferiores, al chico que juega bien le dicen "vaya y juegue". Nosotros, en cambio, estamos al máximo de nuestras posibilidades en ese sentido, porque a los 14 años, el que juega bien, ya está trabajando al mejor nivel. En Colombia a nivel profesional ahora hay mucha más conciencia. Yo trabajé con muy buenos planteles en ese sentido, pero como el de (Independiente) Santa Fe ninguno.

- Lograste un título internacional con ese club, algo inédito para ellos, y te tuviste que ir por un problema con un jugador.

Sí. Y bueno... en el triunfo o en la derrota, si hay alguna cosa que nunca aceptamos fue transar por la importancia que tenga un jugador. El otro día un amigo me decía, en broma: "vos siempre te has destacado por tener problemas con las estrellas de los equipos". Y le digo: "si no corren, sí". Yo no mido el nombre ni el prestigio del jugador, para mí son todos iguales. El que no corre, conmigo tiene problema.

- ¿Ese fue el problema con Omar Pérez (en Independiente Santa Fe)?

No, el problema con él fue un problema típico de los entrenadores: cuando el dueño del equipo, el crack, está de retirada y no puede jugar más. Si lo ponés jugás con 10, y si no lo ponés te puede poner a la hinchada de sombrero. A mí no me sacó antes Pérez porque ganábamos todos los partidos, ganamos la Sudamericana, pero hizo todo lo posible. Pero eso lo viví con varios jugadores. Hay otros técnicos que le pasan el plumero, y dicen "mi equipo es éste y 10 más". Conmigo si no corre, no juega.

- ¿La dirigencia del club te presionaba para que lo pusieras?

No, no, el ambiente, los hinchas. La idolatría del hincha por un jugador puede más que cualquier cosa. Pero yo no soy hincha, yo soy entrenador, y hay cosas con las que no transo. ¿Me tengo que ir para mi casa? Me voy para mi casa, pero lo que es justo, es justo. Porque si no, traigan al jefe de la barra brava y que dirija al equipo. Pero es un problema muy difícil, porque generalmente el crack no acepta que le llegó el final. 

- ¿Los equipos uruguayos están en condiciones de ganar una Libertadores o una Sudamericana? Vos llegaste a semifinales con Nacional en 2009.

Sí, yo pienso que sí. Hace mucho tiempo que no se logra y hay una cuestión de la que se ha hablado mil veces: el fútbol a nivel interno no tiene el potencial que tiene la selección, por una razón muy simple: los que juegan bien se van antes de los 20 años. Entonces, cuando el jugador está en su plenitud, no juega en un equipo uruguayo, está jugando en el exterior. Un ejemplo: vino el "Diente" López, un chico que está en su plenitud; bastó que estuviera seis meses, que anduviera bien e inmediatamente se fue de nuevo.

- Dejando de lado a Suárez, Cavani y Godín, que hoy brillan en equipos muy importantes, ¿realmente los jugadores uruguayos son tan buenos como a veces creemos?

Hay de todo. Lo que pasa es que el jugador uruguayo tiene la marca en el orillo. Los empresarios venden al futbolista uruguayo y habría que hacer un estudio y ver, de 20 que se van a Europa, cuántos juegan después. La gran mayoría no juega. Pero lo que pasa es que es una mercadería que todo el mundo la quiere comprar. Van en edades que no son las más adecuadas, pero hay familias que están esperando que al nene lo vendan así nos salvamos todos. ¿Vos te imaginás un chico de 17 años llegando a Europa? Hay excepciones pero son muy pocas. Yo tuve a Mauricio Pereira en Nacional, que es un chico que está fuera de concurso, de acá (se toca la cabeza). Está en Rusia. ¿Vos te imaginás un chico de esa edad, viviendo en Rusia y llegando a la casa un domingo de tarde después de perder un partido? Es como para suicidarse. ¿Sabés lo que se sufre viviendo afuera del país? Yo he vivido en siete países diferentes aparte de Uruguay, y sigo extrañando y sufriendo como loco cuando estoy afuera. Imaginate esos chicos.

-  En tu época de futbolista jugaste algunos partidos en la selección, a mediados de la década del 70. ¿Cómo era jugar en la selección en esa época?

No había organización ninguna. Te voy a contar: una vez fuimos a entrenar en el Centenario y como llovía mucho no nos dejaron entrar a la cancha y el profesor Silva Cabrera, que era el técnico, dijo "vamos a una cancha en la que yo sé que no hay ningún problema". Esa cancha estaba frente a la concentración de Liverpool, en Lomas de Zamora. No sabés lo que era. Era en bajada pero hacia un ángulo, ni siquiera hacia el arco. Y los empleados de una fábrica, cuando iban a tomar el ómnibus, la cruzaban en diagonal. Entonces se había formado un camino que atravesaba la cancha. Y fuimos a entrenar ahí. En aquella época había venido un polaco, Strejlaw, a dar unas charlas y a la vez estaba haciendo un estudio del fútbol en Sudamérica. Yo le comentaba a mis compañeros: "imagínense este tipo cuando vuelva, va a hacer un informe y va a decir: olvídense de Uruguay por los próximos treinta años. ¡Fíjense donde entrena la selección!" Nosotros fuimos ahí, sacamos los caballos y las vacas y nos metimos (se ríe). Esa era la organización que había en ese momento. Pero al margen de eso, para mí era un sueño jugar en la selección. Venían excursiones de Florida, mis amigos de la escuela, a ver los partidos. Yo tenía 21 años, vivía el fútbol como lo que es: jugar a la pelota.

 

Entrevista para Montevideo Portal por Gerardo Tagliaferro

 

Fotos: Juan Manuel López

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